jueves, 16 de agosto de 2007

Religión

La religión, junto con las características que definían a cada pueblo, fue el principal elemento de unión entre los nuevos reinos del occidente europeo y también una de las principales causas de su distanciamiento respecto de los bizantinos, quienes, a pesar de profesar el cristianismo, presentaban posiciones muy distintas.
Cuando desapareció el poder del imperio, la figura del Papa fue consolidándose como la autoridad máxima a la que debían someterse los poderes temporales. De modo tal que la jerarquía eclesiástica de Roma se constituyó en el nexo que aglutinó las monarquías occidentales.

No hay comentarios: